Cuidado y mantenimiento de tarimas

Cuidado y manteamiento de tarimas

Un correcto cuidado y mantenimiento de una tarima o parquet de madera es un factor muy importante para la apariencia de un suelo de madera además de afectar en gran medida su vida útil. Este proceso debería comenzar en cuanto se acabe de aplicar la última capa del acabado final del piso. Aunque el fabricante del producto aplicado permita el paso y tráfico moderados en las primeras 48 horas después de la aplicación, el acabado continuará curándose durante a menos los 7-10 días siguientes antes de alcanzar el máximo nivel de dureza. Lo ideal consiste en dejar todo el pavimento sin cubrir para que el acabado se cure de forma ideal y uniforme.

Es recomendable que no coloque una alfombra en su suelo de madera maciza durante los primeros meses siguiendo a su instalación, ya que el suelo sigue adaptándose a su entorno y puede presentar un ligero cambio de color debido a la exposición a la luz UV del sol. En el caso de que decida colocar una alfombra después de los primeros meses, deberá cambiarla de posición con relativa frecuencia para evitar cambios de color notables.

Mantenimiento diario de suelo de madera

Método de limpieza en seco (para todos los acabados).

Es importante establecer una rutina de limpieza para evitar el desgaste diario del suelo y proteger su inversión.

Los suelos de madera deben ser limpiados diariamente empleando métodos de limpieza en seco, como por ejemplo aspiradores, trapeadores de microfibra plana o escobas de cerdas suaves. Se recomienda usar cabezales suaves o de cepillado para el aspirado. Es importante eliminar cualquier partícula abrasiva de arenilla y suciedad en el calzado que pueda rayar el sello del suelo.

  • Para una mayor protección contra rasguños y abolladuras se pueden agregar almohadillas protectoras de fieltro a las patas de muebles y objetos pesados. Si no las tiene procure evitar arrastrar o deslizar muebles u otros objetos: levante, lleve y colóquelos suavemente.
  • Si tiene mascotas, córteles las uñas y no olvide colocar una alfombrilla impermeable debajo del recipiente del agua.
  • La tarima necesita un control de humedad. Las maderas macizas que utilizamos para la fabricación de los suelos pasan por un proceso de secado controlado hasta llegar a una humedad aproximada de 7% y 9% dependiendo del tamaño y grueso de las tablas. Antes de su instalación se recomienda dejar la madera como mínimo durante 48 horas en el lugar de la misma para que pueda aclimatarse, de forma que pueda absorber o desprender  humedad para igualarla a las condiciones del lugar en cuestión. La humedad relativa en una vivienda suele oscilar entre el 50% y 60 % en verano dependiendo del lugar, y entre 30 y 50% en invierno. Valores tan bajos pueden encontrarse sobre todo en lugares fríos donde se emplea mucho la calefacción, pero también en lugares donde se utilice a menudo el aire acondicionado. Cuando el porcentaje de humedad relativa en el aire baja durante intervalos muy prolongados, la madera comienza a resecarse, se contrae y se abren las juntas. Mantener la humedad y la temperatura en la vivienda más o menos estable ayuda a evitar estos desperfectos.
  • En caso de derramar agua u otros líquidos, limpie inmediatamente con un paño seco. En caso de líquidos que produzcan manchas especialmente resistentes, como es el caso del vino tinto, emplee un paño húmedo para su eliminación. Evite cualquier aparato de limpieza que emplee vapor.

No olvide que la madera es un material orgánico que reacciona a su entorno. En ambientes húmedos, gana humedad y se hincha. En ambientes secos, pierde humedad y se contrae. Si el entorno en el que se instala su tarima cambia drásticamente, puede causar cambios en su suelo y la forma en que se desempeña.

Sason Ben horin

Mantenimiento de tarimas sobre suelos radiantes

La temperatura del pavimento nunca debe superar los 26ºC o 27ºC. Para evitar ondulaciones y fisuras significativas, más que un bajo rendimiento térmico, lo que se recomienda es evitar cubrir el suelo con alfombras muy gruesas u otros materiales que impidan la transpiración en el ambiente. Tanto el calentamiento como el enfriamiento del suelo radiante deberán ser realizados de forma muy progresiva y sin una variación diaria de más de 2ªC o 3ºC al día.

Para garantizar la estabilidad física de la madera y la higiene en el ambiente, es aconsejable mantener la humedad relativa del aire en torno a al 50% o 60% utilizando aparatos adecuados para humidificar el ambiente, y la temperatura a unos 21ºC o 22ºC. Una estación meteorológica de interiores es una herramienta muy útil para saber cuál es grado de humedad de su casa, así como sus previsiones meteorológicas.

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